miércoles, 27 de enero de 2016

Cuando se vino abajo mi castillo.

El tiempo corre sin descanso, sin pararse un segundo a respirar, ni paralizar el mundo para concedernos el delicioso descanso de no escuchar el tiempo correr. Ese momento no estaría planificado. Parece que nuestras vidas tienen que correr con esos segundos organizados al detalle. Parar es una pérdida de tiempo y no está permitido. El sentimiento de no pensar en el tiempo no existe, se esfumó con nuestro último pedazo de niñez. Pero esta vida me abruma, me agobia. No me gusta sentirme adulta, no como pensaba. Todo lo que parecía gustarme y me hacía crecer en mi interior, ahora parece tacharse de pérdida de tiempo. Pobres de nosotros, jóvenes, que estamos trabajando en la obra del castillo de su vida. Escribir, leer, pensar... no encaja en nuestra concepción tiempo, porque no se mide en minutos, sino en experiencias (que es lo que nos ayudan a soportar la vida). 
No hay tiempo para sentir. Nuestro mundo no está formado por caballeros andantes, princesas de largo pelo o canciones que llegan al corazón. El mundo es una batalla sin espadas, donde los luchadores son heridos en el corazón, y sin morir siguen por el mundo con un hueco en el pecho. Si no tienes oro es peor. No existe talento sin dinero. No existen lágrimas capaces de calmar un alma malherida, mal curada, nunca recuperada. 
Lejos de tu hogar y con el mundo patas arriba, con miles de preocupaciones y esperando una señal. Que el cielo se apiade de mi alma, la cual anda errando sin destino fijo. Que el mundo perdone mis fallos y momentos de debilidad. No tengo consuelo posible, mis sueños parecen derrumbarse ante ojos atónitos. Maldita impotencia la mía. Maldito daño que pesa en mi ser. 
No soy una niña y tampoco una princesita, sé que el dolor existe y no va a poder desaparecer. Pero necesito sentirme segura. Quiero recuperar ese algo que me haga especial. Quiero sentirme dueña de mi vida.
(Odio reconocerlo. Necesito ayuda. Y no hay nadie que pueda ayudarme. Sólo yo.)

(8.09.2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario